Me gustas mucho, Benjamín

MADELINE MENDIETAǁ 1967 marcó un hito en la historia de los Estados Unidos, fue la guerra de Vietnam y las protestas en contra de ella. Martín Luther King también tenía su propia batalla contra la segregación racial, marchas y discursos por todos lados. Ese mismo año se estrena el clásico del cine “El Graduado”, cuya historia se basa en la novela de Charles Webb, con un jovencito Dustin Hoffman en el papel de Benjamín y Anne Bancroft como la mítica Sra. Robinson.

La trama principal es el trío amoroso que se establece entre Benjamín, la Sra. Robinson,  madre de Eleaine, la joven que conquista el corazón de Benjamín. Para la época, la historia resulta un poco sórdida, la primera Suggar Mommy llevada a la pantalla grande sería la Sra. Robinson, quien a través de su enigmática personalidad y posición social, establece una relación de poder con el pretendiente de su hija.

Aunque la película tiene un tono de comedia romántica, en el subtexto de la misma podemos inferir que el rol de comportamiento atribuido a los hombres, de conquistar jovencitas, lo asume la Sra. Robinson. ¿Acaso sería una pincelada de empoderamiento y libertad sexual femenina de una clase social conservadora, además de ser el preámbulo de esa revolución feminista y derechos de minorías gays en los años 70?

Vista en perspectiva, también la historia desenmascara la doble moral de la clase media estadounidense y retrata la decadencia de la misma  en la figura de la relación entre Elaine y Benjamín, porque rompen con la tradicional boda y escapan para vivir su aventura amorosa,  abandonan esa tradicional familia, llena de rigurosidad, secretismos contenidos en el personaje de la Sra. Robinson y su vida de lujos superfluos.

La banda sonora está casi completa de canciones de Simon and Garfunkel,  un dúo de folk rock, con excepción de Mrs. Robinson, la cual inicialmente  trataba sobre Eleanor Roosevelt; cuando el director buscó a Simon para que fuera parte de la producción musical, éste le indicó que era la única  nueva que tenía y lo  que hicieron fue cambiar el nombre, logrando así tener un éxito en listas musicales en diferentes partes del mundo.

Muchos años después apareció una comedia romántica “Dicen por ahí”, cuyos protagonistas eran Jennifer Anniston, Kevin Costner, (Benjamín), y Shirley MacLaine (Sra. Robinson), ésta hace un guiño a la novela que inspiró a Webb, con personajes que sí existieron y los envuelve en otra tragicómica situación. Pero esta es otra historia.

Aunque la película está catalogada como un ícono de la cultura pop norteamericana, a la fecha solo nos deja un erotismo bastante inocente, insinuado entre el affaire entre Benjamín y la Sra. Robinson, fantasía que muchos jóvenes todavía insisten en llevar a cabo.

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