MAYNOR XAVIER CRUZǁ Cuando fuimos niños tuvimos un juguete preferido; pudo ser un carro, un superhéroe, un oso peluche, una pelota, lo que fuera que nos acompañó por muchos años o lo seguimos conservando en un sitio muy íntimo de nuestro cuarto, y de esto nos habla la novela infantil de Enrique Granados que lleva por título Maravillas de la pelota (2020), sobre un niño que nunca se separa de su juguete, una pelota de trapo de la que nos sorprenderá su origen y lo que significa para él, una pelota que puede identificar dentro de un mar de pelotas del mismo material y color, y con esto no exagero.
La historia está dividida en dieciocho capítulos cortos narrados en primera persona, donde el protagonista, Enrique —¿alter ego del autor? Tal vez—, está en la finca de su papá, y vive con él, con sus hermanos, hermanastros y madrastra, estos últimos tres son personajes sugeridos, pues es con sus hermanos, Napoleón y Margarita, que nos da todas las aventuras de este trío de niños llenos de travesuras y energía, con ellos recorremos la vía láctea en un viaje imaginario por un campeonato de beisbol, y sufrimos el regaño de su padre cuando desobedecieron una orden, pero sí, el antihéroe de todo es Enrique, valiente y cobarde a la vez.
El autor nos ofrece una novela bien descriptiva, con unos diálogos sólidos —elementos útiles y difíciles de conectar en este tipo de novelas por el público a quien están dirigidas—, donde cada capítulo encierra un microcosmo de situaciones a veces llenas de risa e imaginación; las historias, los cuentos, los regaños, las pláticas con los animales, su retorno a León y las peripecias que tiene que vivir por sus insoportables ganas de jugar beisbol lo vivimos como si fuéramos otro protagonista de esta novela.
De algo sí está claro el autor: no todo es felicidad. Por eso, algunos de los capítulos están cargados de suspenso, tristeza, llanto, arrepentimiento, estos con una moreleja sutil sobre lo que pasa si alguien se porta mal o quiso demostrar valentía en situaciones no aptas para un niño.
Maravillas de la pelota es una novela infantil que la podemos disfrutar más los adultos, porque la infancia es una isla lejana en la que fuimos felices y en la que tuvimos un juguete preferido, así como lo tuvo Enrique.
El viejo librero 