MAYNOR XAVIER CRUZǁ Hay un libro que me hizo interesarme en la escritura femenina nacional: Primavera Sonámbula (1964) de Rosario Aguilar, lo leí en el 2008 mientras me adaptaba a mi nueva carrera universitaria en la ciudad natal de esta escritora, después seguí con otras autoras, aunque no negaré que he encontrado más poesía que narrativa, sin embargo las que he leído de ambos géneros no me han decepcionado.
Ahora hablaré de la obra de esta autora: Una novela corta escrita hace más de cincuenta años y la primera de ella, lo interesante no es lo compacto sino la fluidez de la prosa, la historia de la protagonista, una enferma mental que para desahogarse y por recomendación de su doctor —a quien la paciente le dedica el diario: «Al doctor K, para su archivo personal»— lo escribe. Es su desahogo dentro del sanatorio y luego su adaptación a la sociedad.
El uso de los párrafos cortos y el monólogo interior hacen que uno sienta la agorafobia de la protagonista, además, las descripciones líricas logran que no sea una confesión tediosa, sentimos su miedo, su torpe adaptación social.
La autora supo contarnos una buena novela cuando el país empezaba a consumir nuevas técnicas literarias y nos apartábamos de lo costumbrista y vernáculo que muchos autores nacionales nos tenían acostumbrados. Primavera sonámbula significó el inicio a las novelas sicológicas y de los personajes femeninos protagonistas y fuertes.
Como lo dije al principio: por Rosario Aguilar inició mi búsqueda de autoras nacionales y he encontrado muy buenas narradoras, sobre todo las que han publicado después del 2000.
Por ahora, solo el doctor K sabe qué hará con el diario de esta paciente, yo puedo afirmar que disfruté cada párrafo de esta confesión.