MADELINE MENDIETAǁ Creo que una de las fantasías colectivas que hemos tenido las mujeres es pensar un mundo gobernado por el poder femenino, y de eso nos habla la novela El país de las mujeres (2010). Faguas es el país imaginado por Gioconda Belli, escritora nicaragüense galardonada entre otros con el Premio Sor Juana Inés, en esa nación, a raíz de la erupción de un volcán a los hombres se les disminuye la testosterona, provocando un apaciguamiento que les impide llevar las tareas y roles que siempre realizaron, en vista de esta situación, un grupo de mujeres deciden entrar en una contienda electoral y postularse a la presidencia.
Todo transcurre después de que la protagonista, Vivian Sansón, la encontramos en un estado de coma y en ese letargo ella entra a un cuarto en el cual una serie de objetos despiertan momentos en su memoria y nos detalla cómo fue que organizó con varias amigas el Partido de la Izquierda Erótica, en un país donde las mujeres no tenían mayores oportunidades para optar por puestos de poder.
Después de una serie de vicisitudes, el Partido de la Izquierda Erótica llega a la presidencia y entre sus políticas públicas establecía el cambio de roles en los poderes del Estado e Instituciones: las mujeres asumieron jefaturas, los hombres asumieron los hogares a regañadientes, los violadores fueron exhibidos en plazas públicas y los marcaron para que no ocurriera lo mismo; los huertos familiares fueron implementados, jardines, cuido de los niños en roles comunitarios, aparentemente aquello era la isla de Lesbos en pleno 2010, misma fecha que apareció la novela.
Por el efecto del volcán, y obligados por ley a retirarse de ese mundo competitivo y laboral, se conectaron con su lado femenino: asistir a los mercados, regatear, cuidar a los niños. Mientras las mujeres ocuparon puestos de poder. Aunque la cultura cambió, no significó que la competividad, el pragmatismo, los conflictos que crean los gobiernos. Así que vemos una evolución de los personajes en su fase de sueños e ideales cuando forman el partido, así como cuando toman el poder.
Pero el partido, una vez en el poder, se enfrentó con una férrea oposición liderada por un político con un historial de despilfarro del erario, al punto de construir un cuarto frío en su casa para exhibir unos pingüinos. Este político cizañero planeó un atentado contra Viviana que la lleva a estar en estado de coma para revivir los recuerdos que nos van contando cada objeto.
Esta es una de las novelas de Gioconda Belli donde rompe con la línea de su voz solemne de sus primeras novelas y saca su lado más humorístico. La novela tiene pinceladas de ese realismo mágico muy característico de nuestros países y salvando las distancias Fagua es igual que Macondo, un lugar donde las historias más inverosímiles suceden.
Sin embargo, la historia no deja de plantearnos ese escenario de un país totalmente gobernado por mujeres, ¿realmente estamos listas para asumirlo? ¿Actuaremos igual que algunas de las ministras de la Izquierda Erótica que tomaron decisiones difíciles y radicales para cambiar rotundamente esos estilos de liderazgos masculinos que por siglos nos han relegado a un plano más sumiso y de cuido familiar?
Al final de la novela, José de Aritmética es quien colabora a descubrir quién atentó contra la presidente de ese utópico país. Entonces, nos deja abierta otra posibilidad que no es necesario que los hombres tengan grandes credenciales educativas para estar conectados con un sentido de justicia, de equidad, de colaboración y respeto a las mujeres.
En este sentido, no sería necesario que un volcán hiciera erupción para que los hombres tuvieran un cambio en su comportamiento, quizá lo que se necesita es que planifiquemos qué país necesitamos, donde sino toda la gran mayoría nos escuchemos ojalá desde una izquierda y derecha erótica.