BÉKER DÍAZǁ No vaya a malentenderse el título, Horacio Quiroga es a mi juicio el mayor exponente de la literatura de terror en la América Latina. Aclarado el punto, he de decir que no fue el primero que incursionó en este género. Ya lo habían hecho casi al tiempo Amado Nervo, Clemente Palma, el mismo Darío…, sin embargo parece ser que el inconsciente colectivo de los lectores se aferra a la idea de buscar el suspense únicamente en Quiroga.
Tratando de huir de esta tendencia, he querido presentar cinco alternativas dignas que representan el cuento fantástico y de terror en el habla hispana, y que merecen un lugar en las listas a consultarse.
There are more things-Jorge Luis Borges (1975)
Con sus erudición y estilo existencialista, la obra del escritor argentino cuenta con numerosos relatos que combinan lo fantástico y lo real al punto de ser indistinguibles lo uno de lo otro. Un excelente ejemplo es este, un relato lleno de tensiones, que gira en torno al misterioso Max Preetorius, personaje inquietante, que ha adquirido una lujosa mansión en un poblado argentino, y que atemoriza a todos tras hallarse el cadáver del ovejero local afuera de su propiedad. Acompañamos a un joven curioso, sobrino del antiguo dueño, que se adentra en la mansión, donde hallará más que solo alusiones grotescas a cultos ocultistas y heréticos.
El Psyschon-Leopoldo Lugones(1906)
Fue el máximo exponente del modernismo argentino, más conocido por su obra poética, sin embargo también destacó en su narrativa con obras como Las fuerzas extrañas (1906) y La torre de Casandra (1919). En la primera se incluye este relato, centrado en el doctor Paulín, quien es un excéntrico erudito que pretende, como muchos, escribir su nombre en los anales de la ciencia. Su interés mayor es la parapsicología y el estudio místico de la tonsura. Mediante experimentos elaborados meticulosamente, el doctor intenta lograr la materialización del pensamiento perfecto. ¿Pero no es cierto que lo perfecto contenga en sí mismo el todo? ¿no están los bajos instintos incluidos en él? El horror de descubrirlo es lo que hace de este un gran relato.
La larva-Rubén Darío (1910)
Incluida en el semanario argentino Caras y caretas en agosto de 1910. Se trata de un relato breve que nos sume en una atmósfera alegre de las noches de principios del siglo XX pero cuyo giro argumental nos adentra también en las leyendas urbanas de época.
Isaac Codomano, un chico de quince años, se escapa de casa con el afán de descubrir las vivencias nocturnas de su ciudad, y dar rienda suelta a los impulsos típicos de alguien de su edad. Su búsqueda le llevará a un macabro encuentro que se quedaría atormentándolo para siempre en su inconsciente.
La vida secreta de los insectos-Bernardo Esquinca (2008)
La obra entera de Esquinca mezcla lo fantástico, lo policíaco y el terror, constituyendo el género de weird fiction latinoamericano, que es muy gustado entre los lectores jóvenes, a pesar de las críticas que recibe en el mundillo literario. Su intención no parece ser en lo más mínimo el suspenso ni lo tétrico, pero lo consigue sin haberlo pretendido. Se trata de un entomólogo forense que va a una sesión espiritista para contactar a su esposa fallecida dos años atrás. Todas las noches, después de haberla perdido, le ha atormentado una cosa que no encaja en las circunstancias de su muerte: ¿ella lo visitó estando muerta? No solo es un relato misterioso, sino didáctico en cuanto a su explicación de la importancia de los insectos en la descomposición de cadáveres.
Un pacto con el diablo-Juan José Arreola (1952)
La obra de Juan José Arreola se fundamenta en el realismo mágico, además de adentrarse en reflexiones profundas desde personajes sencillos y juguetones. Este relato incluido en su obra Confabulario (1952) nos propone un pacto. ¿Qué harías? La oportunidad está presta. Solo basta imaginarlo: las mayores riquezas, los manjares más exquisitos serán tuyos. Tu mujer y tus hijos no pasarán penuria ni hambre. Serás reconocido y adulado por todos los que te conocen, y por los que no te conocen también. El misterioso sujeto con el que estás en un pasillo del cine tiene en su mano un contrato, te ofrece un adelanto y te asegura cumplir sus promesas. Es el mejor negocio que se te ha puesto a la orden. Nada más precisa una cosa de tu parte: tu alma.
Otra luz-Pablo Concha (2017)
El escritor colombiano es un adepto de la literatura fantástica. Sus obras giran siempre en torno a este género, así lo evidencian Otra luz (2017) y La piel de las pesadillas (2020). De todos los ejemplos citados este es el único que no está en primera persona; pero funciona, resuelve sus conflictos. Peor que una muerte lenta y sufrida debe ser la certeza de saber que no podrás salir vivo del evento que está ocurriendo. Este relato nos pone en la piel de un hombre que sufre una lesión grave en el cuello, misma que provoca su desangramiento rápido e inevitable. Durante sus últimos instantes consigue ver una luz, y una figura que de a poco se materializa y se abre paso hacia él, extendiéndole la mano… una figura que viene a liberarlo o a iniciar su condena.
Todos los ejemplos anteriores son excelentes muestras del ingenio de la literatura hispanoamericana en el terreno del suspenso y lo fantástico. Si bien, la mayoría del tiempo cuando uno busca emociones prefiere el clásico screamer al que Hollywood ya nos tiene acostumbrados, estos relatos, acompañados de una selecta lista playlist de terror en YouTube, nos darán una experiencia más que satisfactoria.