MAYNOR XAVIER CRUZǁ ¿Qué pasa cuando mezclás un poco de terror fantástico, le añadís una cucharada de terror sicológico y una pizca de esquizofrenia? Aparecerán obras como El mundo de Cuxi (2011) de Gloria Elena Espinoza, una serie de cinco relatos donde la autora despliega distintos tipos de narradores que hacen que cada uno de los ellos supere al anterior.
Los temas pasan de una pareja que sale de Costa Rica y viaja hacia Nicaragua mientras el huracán Mitch empieza a hacer destrozos en Centroamérica, pero en la terminal de San José se topan a una señora que les ha pedido que por favor la lleven con ellos porque su bus la ha dejado y quiere venir a Nicaragua (La pasajera); una nutricionista y vidente mexicana que le ayuda a resolver casos a la policía pero en el último los ojos de una mujer en el fondo del mar la atormentan (Ojos azules); un estudiante que busca un cuarto para alquilar y donde termina quedándose durante sus años universitarios en esa casa hasta que logra graduarse, pero algo en el ambiente siempre fue extraño (La máquina de escribir); una mujer a quien le asignan hacerse cargo de una sucursal bancaria en riesgo y debe trasladarse a esa ciudad, sin embargo en el camino le pasan una serie de incidentes de los más extraños (El lugar); y por último una niña que ha quedado huérfana y sus familia paterna ha decidido despojarla de la herencia y encerrarla en un siquiátrico (El mundo de Cuxi).
Cinco historias. Varias mujeres: Lía, Luz, Celeste, Ángeles, Livia. Personajes que escapan de algo; gente que debe salir de sus hogares por asuntos de trabajo, estudios o porque fueron echados; maletas buscan volver a casa, o una habitación para vivir o descansar. Narradores protagonistas, testigos y omniscientes.
Por otro lado, el silencio de los personajes secundarios, el uso exacto de los tipos de descripciones, el juego simbólico del clima (bruma, garúa, lluvia, huracán) y de los cuerpos de agua (chorros, pipas de agua, oasis, mar) hacen que los relatos estén cargados de esa atmósfera misterio de la que no escapamos hasta terminar cada cuento.
El mundo de Cuxi tiene varios motivos por lo cual ser leído, los míos fueron la búsqueda de relatos fantásticos; además, en Cuxi se prende el sol cuando uno quiere, ¿verdad, Livia? Perdón, olvidé que decidiste dejar de hablar.
El viejo librero 