El hombre que tuvo las manos más grandes del mundo

ENRIQUE GRANADOSǁ Extraje de La otra Orilla (1994) su libro póstumo, un cuento con toque surrealista: Las manos que crecen.

Escrito en 1937 y narrado de forma lineal, la historia gira en torno a cuatro protagonistas: Plack, el protagonista principal, Cary, compañero de trabajo; Margie, novia del primero y el doctor September.

Plack, no me provocó suficiente empatía. Me resultó chocante, a pesar de que su actos fueron para defenderse no lo percibí creyéndolo héroe. ¿Cómo es posible descargar innumerables golpes con tanta energía y furia? Peor hacerlo contra un amigo, él que apenas amagó en atacar y se mostró débil e indefenso, por lo que interpreté que la brutalidad de Plack era innecesaria y su júbilo puro  odio, aunque él lo justificó con lo que dijo Cary: «Eres un cobarde, un canalla, y además un mal poeta».

Eso fue suficiente para sulfurarlo. «Ya tienes bastante, estúpido, adiós».

Parece que Julio Cortázar lo castigó, hizo que sus manos, después de haber sido felicitadas por golpeadoras, le crecieran hasta caer al suelo, con un peso aproximado de cincuenta kilos cada una, no se las aguantaba, tenían que ayudarle y  lo puso romántico con Margie.

Su condición lo obligó ir donde el doctor September, en el recorrido asustó a mucha gente, hizo cosas a la fuerza y al llegar al consultorio le exigió amputara sus manos.

Por la insistencia gana y lo empiezan a preparar, tiempo aprovechado por el doctor en darse a conocer como oportunista en favor de Korinkus, y Black, también lo aprovecha pensando que su salud es cuidada por lindas enfermeras; elogia el comportamiento de sus manos y de Margie besándolo, pero pensó más en los detalles de la golpiza que le dio a Cary.

El doctor le dice que piense en algo bueno mientras le hace efecto la anestesia… Plack avanzó dos pasos hacia Cary y empezó a pegarle. Al abrir los ojos, la primera imagen que vio fue la de Cary. Entonces de manera fulminante Plack comprendió la verdad.

 ¿Plack había soñado?

Este fue el Cortázar de sus inicios, entre el terror fantástico y lo surrealista.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s