ULYSES MONTOYAǁ Claribel Alegría es una poeta salvadoreña-nicaragüense, reconocida a nivel internacional. Su obra es monumental, y aborda temas universales de una forma moderna y contemporánea.
El libro del que me referiré lleva por título “Umbrales” (1997). El término umbral tiene cuatro acepciones según el diccionario de la Real Academia Española, pero el mejor significado para su poemario es:
3.m. Valor mínimo de una magnitud a partir del cual se produce un efecto determinado.
Es un poema único, constituido por nueve partes que festejan el arte y a la creación poética.
Cada una de estas partes en la que se estructura son pequeñas magnitudes para luego ser desarrolladas a un nivel extraordinario, donde las figuras poéticas exaltan el arte de la belleza, el arte de la escritura, la inspiración mínima para mostrar al mundo la semilla de su concepción o creación poética.
El poemario se enfoca en esta dualidad (arte y creación poética) con un tono luminoso, libre y el uso de un vocabulario sencillo.
Esta es su estructura:
- La ceiba
- El río
- La abeja-reina
- Merlín
- La torre
- Vasija y Fuente
- La Coyota
- Ojo del cuervo
- La mariposa
En esas ellas explora lo difícil y escurridiza que es la poesía, demostrando el arduo trabajo para poder construir un poema y darse cuenta que no está concluido porque puede huir la idea, la palabra exacta para darlo por terminado.
“Creí haber atrapado
la poesía
pero voló
voló.”
(Alegría: 1996, 11 pág.)
Este libro tiene a una Claribel Alegría que como niña juega con la palabra y las figuras literarias de una forma creativa y novedosa, se aleja de sus tópicos tan recurrentes para admirar las cosas más sencillas de su alrededor y hace un poema tan fuerte, sostenido en cada aspecto para convertirlo en uno insuperable dentro de su poética.
El viejo librero 