Mis cuentos de Rubén Darío

OMAR ELVIRǁ Es difícil aproximarse a Darío prescindiendo de las camisas solemnes o de la admiración hueca y acrítica. Tal vez una forma de hacerlo sea la lectura de su narrativa corta. Anamá publicó en 2005 una edición más de los Cuentos Completos. Además de los cuentos incluidos en las ediciones anteriores, hay diez nuevos textos incorporados como apéndice, resultado de investigaciones en fuentes originales que han ido saliendo a la luz.

En cuanto al material incluido, el libro puede verse como una actualización de las anteriores ediciones, sobre todo de las nacionales publicadas en su momento por la Editorial Nueva Nicaragua que aún pueden hallarse en los puestos de libros usados e incluso circulan en versiones PDF, sin embargo no cuenta con las notas que Ernesto Mejía Sánchez o Julio Valle Castillo hicieron de cada cuento en la versión original de 1950 o en las publicaciones posteriores y que facilitan la lectura.

El narrador Darío es paralelo al poeta y al periodista; sus cuentos reflejan su universo e intereses: ninfas, princesas, hadas, motivos clásicos u orientales, pero también ascenso de la sociedad capitalista latinoamericana, soledad al sentirse extranjero en el mundo industrial, injusticia, prejuicios, ecos de la época que vivió.  Esta complejidad y riqueza, unidas al talento del autor, se aprecian en los Cuentos Completos.

En el libro aparecen textos que nos son más o menos familiares, sobre todo de Azul…: El Rey Burgués, El fardo, Palomas blancas y garzas morenas, entre otros. También encontramos textos no tan conocidos en los que figuran los temas y las preocupaciones estéticas de Darío y que a la vez parecieran hablar a la sensibilidad lectora del siglo XXI. Me atrevo a sugerir unos cuantos.

  • El humo de la pipa. Narra las diferentes visiones provocadas por sucesivas bocanadas de humo que exhala al fumar una pipa el protagonista, quien, al final, es testigo de una reunión de hadas en que deciden castigarlo. Imaginación desbordada y angustia existencial.
  • La muerte de Salomé. Tomando como base el pasaje bíblico de la bailarina Salomé que pide como premio por su danza la cabeza de Juan el Bautista, Darío construye un relato fantástico.
  • Historia de un sobretodo. ¿Podría ser una crónica? Darío usa como motivo principal el sobretodo o abrigo que compra en Valparaíso con el pago de su salario en el periódico El Heraldo, para narrar la experiencia de verse en otro país, con limitaciones económicas y en un entorno que le es ajeno. Yo voy tiritando bajo mi chaqueta de verano, sufriendo el encarnizamiento del aire helado que reconoce en mí a un hijo del trópico, nos dice. La prenda comparte la suerte y los viajes del propietario; de vuelta en Nicaragua, es incluso abandonada en un baúl. Luego, el sobretodo sigue su periplo a través de la mirada del autor.
  • Respecto a Horacio. Con el subtítulo de Papiro, se nos sugiere que lo que estamos leyendo es un documento antiguo.  Se trata de una anécdota aparentemente común en la vida del poeta latino Horacio, sin embargo el giro al final del texto lo transforma en la confesión de un eventual asesino.
  • Mi tía Rosa. Cuento que sigue la misma clave de Palomas blancas y garzas morenas; Roberto es un adolescente enamoradizo y sensible que es reprendido por no se sabe qué acto con una vecina. Para que no viva pensando en poesía y en amores, su padre decide enviarlo a la finca familiar. En ese punto aparece el personaje de la Tía Rosa quien se muestra solidaria con el joven. Luego el relato se vuelve pura imaginación y evocación que parecen ser las intenciones primarias del autor.
  • Un apartado especial merecen cuentos fantásticos más conocidos que son verdaderas joyas. Me limito a nombrar algunos: Un cuento de Pascuas, El caso de la Señorita Amelia, Thanathopia, La extraña muerte de Fray Pedro, La Larva y Huitzilopoxtli, los dos últimos, para mí, el culmen de la narrativa corta dariana. En estos cuentos encontramos frecuentemente atmósferas alucinantes, lo oculto o fabuloso acechando en cada línea, una pluralidad de escenarios (Paris, México, Buenos Aires, León) que demuestran la habilidad del autor para tocar diversos registros y temas.

Hay en todos estos cuentos, técnicas y formas que luego han sido retomadas por otros autores y que Darío mismo está retomando de escritores anteriores: la historia dentro de la historia, las referencias históricas que resultan ser parte de la ficción, el texto presentado como documento veraz y que es otro juego narrativo del autor, estrategias discursivas manejadas con perfección, que le da además una gran actualidad a las narraciones.

Es cierto que algunas piezas pueden acusar todo el arsenal modernista de supuesta evasión, referencias a diversas mitologías, reivindicación de lo estético como principal motivo de la obra e incluso algún afán moralizante, pero todo ello debería servir más bien como estímulo para acometer la lectura y encontrar las claves que puedan servirnos hoy, sin dejar de apreciar el contexto en que fueron escritas, para entender y disfrutar al Darío narrador.

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